Soluciones dermatológicas

¿Qué ocurre en la piel muy seca? (y cómo reducir esa incomodidad)

Una forma más severa de piel muy seca, la piel irritada con picazón se considera piel atópica. Esta enfermedad de la piel (trastorno) comienza a una edad muy temprana y tiene todas las características de una verdadera epidemia. ¡Incluso es una de las principales causas de las visitas al dermatólogo! En los últimos 30 años, el número de casos de dermatitis atópica se ha duplicado o incluso triplicado en los países occidentales*. La piel atópica no es bien conocida ni comprendida, pero perturba la vida de los niños y sus padres. Sin embargo, los recientes descubrimientos científicos han mejorado la comprensión de la enfermedad y han cambiado la forma en que se trata desde el nacimiento.

*Dermatite atopique: épidémiologie en France, définitions, histoire naturelle, association aux autres manifestations atopiques, scores de gravité, qualité de vie (Atopic dermatitis: Epidemiology in France, Natural History, Association with Other Atopic Manifestations, Severity Scores, Quality of Life). E. Mahé. Ann. Dermatol. Venereol. 2005 ; 132

La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel que se caracteriza por una sequedad extrema y manchas rojas a menudo cubiertas por pequeñas vesículas (pequeñas "ampollas") que causan un prurito intenso.

La dermatitis atópica es una enfermedad benigna y no contagiosa de la piel con brotes de eccema.

Estos brotes intensos tienen un impacto significativo en la calidad de vida y a menudo causan insomnio. Con el tiempo, un perfil atópico puede manifestarse en otras alergias.

La piel es extremadamente seca y se vuelve más permeable, dejando de desempeñar su función de barrera contra las tensiones externas y los alérgenos. Pero no toda la piel seca se vuelve atópica.

La atopia se desarrolla en perfiles con una predisposición genética.

Los estudios han demostrado que si uno de los padres tiene piel atópica, la probabilidad de que el niño tenga la misma condición de piel es del 30%**. Si ambos padres están afectados, la probabilidad es del 70%**.

Además del factor genético, la piel atópica también está relacionada con :

un sistema inmunológico anormal

La epidermis se vuelve permeable a los alérgenos (ácaros, pelo de animales, polen) y a ciertas bacterias, que desencadenan reacciones.

Las alergias alimentarias

leche de vaca, huevos, etc. también están implicadas digestivamente en el desencadenamiento de ciertos brotes de eccema. Otros factores como los productos químicos aplicados a la piel, el calor o la transpiración son irritantes que provocan estos brotes.

Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, los niños atópicos no tienen alergias alimentarias.

Las alergias alimentarias se manifiestan como signos digestivos y un "quiebre" en las curvas de altura y peso.

**Dermatite atopique. SA Büchner. Swiss Medical Forum No. 19, May 2001

Etapa 1

La dermatitis atópica generalmente comienza entre el segundo y tercer mes de vida cuando aparecen manchas rojas muy localizadas en las mejillas y las manos, y luego se extiende a los pliegues de flexión de las rodillas y los codos. La enfermedad evoluciona a través de brotes durante uno o dos años.

La piel está permanentemente seca, lo que provoca picor, causando insomnio y una disminución de la calidad de vida.

Etapa 2

Después de varios años, algunos niños pueden desarrollar otros signos de atopia, como rinitis alérgica y/o asma alérgica. Esta es la última etapa de la "marcha atópica". A menudo implica rascarse y altos índices de bacterias específicas en la piel.

Por lo tanto, para evitar que aparezca y empeore, la comunidad científica recomienda actualmente un tratamiento temprano desde el nacimiento para tratar la piel atópica en los recién nacidos que todavía no muestran signos de la enfermedad pero que tienen una predisposición genética favorable.

Las personas afectadas son genéticamente propensas a las alergias (propensas a la atopia).
También pueden tener problemas respiratorios (asma), problemas en los oídos, nariz y garganta (rinitis alérgica), problemas oculares (conjuntivitis alérgica) o problemas digestivos (alergia alimentaria).
Los bebés y los niños pequeños son los más propensos a verse afectados, normalmente entre los tres meses y los cinco años, con un pico del 80% de los casos que aparecen antes del primer año de edad. Pero la piel atópica puede persistir más tiempo, hasta la edad adulta.

Dra. Michèle Sayag, Alergóloga.

Pregunta de un internauta: ¿Cómo se pueden prevenir y tratar las dermatitis atópicas?

En cuanto a la prevención, está enfocada en los niños a «riesgo», es decir, los que tienen al menos un padre atópico. En esos casos, sabemos por ejemplo que es útil evitar el contacto con un gato en las primeras semanas de vida. Para el tratamiento, los brotes de eczema deben tratarse con medicamentos antiinflamatorios (corticoides en crema) lo antes posible. La alteración de la barrera cutánea debe tratarse a diario con emolientes.

Dra. Michèle Sayag, Alergóloga.
Dra. Michèle Sayag, Alergóloga.

Pregunta de un usuario: ¿El agua que uso para lavar a mi hijo puede empeorar su atopia?

El agua con cal empeora la sequedad cutánea, y por lo tanto, la alteración de la barrera cutánea, lo que permite que los alérgenos del entorno penetren en la piel y desencadenen brotes de eczema en el niño atópico.

Dra. Michèle Sayag, Alergóloga.
Dra. Michèle Sayag, Alergóloga.

Pregunta de un usuario: He tenido episodios alérgicos (eczema, herpes). Por lo tanto, ¿tiene mi hija un terreno favorable para desarrollar estos problemas de piel?

El herpes zóster no es una alergia, se trata de una infección viral. Sin embargo, si ha tenido reacciones alérgicas de tipo atópico, su hija tiene más riesgo que la media de presentar una dermatitis atópica.

Dra. Michèle Sayag, Alergóloga.

Un dermatólogo es el mejor recurso para identificar los trastornos de la piel, encontrar la causa de sus problemas cutáneos y desarrollar un tratamiento adaptado. Por favor, consulte a su dermatólogo, médico o farmacéutico para que puedan aconsejarle mejor sobre su régimen personal de la piel.

Una vez que se comprende la naturaleza progresiva de la dermatitis atópica, se adopta un nuevo enfoque de la enfermedad con dos objetivos clave que deberían motivar al paciente en contactar su dermatólogo.

DIAGNÓSTICO COMPLETO

¿Qué estrategia debería adoptarse para controlar una enfermedad progresiva?

Debemos hacer un atajo en la progresión y actuar lo más pronto posible, en la etapa de sequedad "preatópica" en los niños de riesgo: aquellos con piel muy seca, blanquecina y áspera, y aquellos cuyos padres o hermanos han tenido piel atópica.

¿Cómo se debe hacer esto? Interviniendo lo antes posible con el tratamiento más específico disponible, porque cada brote de dermatitis atópica promueve nuevas recaídas.

Es esencial tratar cada brote de manera drástica, lo que limitará la reaparición de las lesiones y reducirá la duración de la progresión de la enfermedad.

Los tratamientos medicinales para los brotes de eczema se basan principalmente en tratamientos tópicos locales. Eliminan las irregularidades secas e irritadas y ofrecen alivio. Las lesiones suelen reaparecer cuando se interrumpe el tratamiento. Las dietas de eliminación de alimentos sólo se justifican tras la confirmación médica de una alergia alimentaria (mediante pruebas de alergia alimentaria en un entorno especializado).

Asegúrese de seguir todos los consejos de su dermatólogo. Recuerde tomar las siguientes precauciones:

Evite los alérgenos que puedan causar una reacción inflamatoria aguda como los ácaros, el polen y el pelo y las plumas de los animales, así como la exposición al tabaco, que es un irritante.
Evite introducir alimentos sólidos demasiado pronto para los bebés. Siga los consejos de su pediatra o médico de cabecera.
Opte por la ropa de algodón. Evite la ropa de lana y sintética que pueda irritar la piel.
Tenga cuidado de no usar demasiado detergente al lavar la ropa. El exceso de detergente puede hacer que la piel sea mas frágil.
Recuerde planchar la ropa o secarla en la secadora. Esto la hará más suave y cómoda.
Asegúrese de que la temperatura en su casa no sea demasiado caliente (19-20°C) y humedezca el aire regularmente. Airee las habitaciones todos los días, tanto en verano como en invierno.
Humedezca regularmente su dormitorio o simplemente cuelgue una toalla mojada durante la noche.
No hay restricciones en los deportes a menos que la transpiración excesiva agrave el picor.

Todos los días, tome una ducha de cinco a diez minutos con agua tibia (no debe estar a más de 35 grados centígrados; la piel seca no le gusta el agua caliente).
No utilice baños de burbujas o sales de baño, que siempre se secan e irritan la piel.
Lávese el cuerpo con un producto de limpieza de ultra alta tolerancia; idealmente un Syndet líquido o una barra de limpieza enriquecida con lípidos y antisequedad (para contribuir a fortalecer la barrera de la piel). Despídase de los jabones comunes porque irritan y secan la epidermis.
Seca meticulosamente la piel, frotándola con cuidado y ligeramente con una toalla de algodón.

Una o dos veces al día, aplique abundantemente un emoliente de alta tolerancia que promueva la reconstrucción de la barrera de la piel, haga que su piel sea flexible y suave y reduzca la sensibilidad.
Una o dos veces al día, cuando experimente molestias en la piel, utilice un cuidado hidratante y rico en lípidos que la alivie.