Entender mi piel
Las personas con piel sensible sienten síntomas desagradables en su cara, con o sin eritema (enrojecimiento). Estos síntomas pueden incluir hormigueo, tensión, sensaciones de calor o incluso ardor y ocasionalmente prurito ( picazón) . No suelen tolerar muchos productos cosméticos en su cara.
La piel sensible e intolerante reacciona más que la piel normal; es hiperactiva. Está sujeta a pinchazos, calentamientos, picores y comezón (más raramente), a menudo de forma intermitente.
A veces, en combinación con el enrojecimiento, estas sensaciones de incomodidad son exageradas como reacción a diversos tipos de estímulos que normalmente no provocan irritación.
Estos factores desencadenantes pueden ser:
Físicos
radiación UV, clima cálido o frío, viento, variaciones de temperatura, fricción, etc.
Químicos
cosméticos, jabón, agua, afeitado para hombres, etc.
Psicológica
estrés, emociones, etc.
Hormonal
ciclo menstrual, etc.
Factores internos
comida picante, etc.
Dos factores principales son responsables de esta disminución del umbral de tolerancia y de la sensibilidad. En primer lugar, la función de barrera de la epidermis en la piel sensible y intolerante se ve afectada. Este fenómeno favorece la deshidratación de la piel y la penetración de posibles agentes irritantes, que a su vez provocan las sensaciones desagradables que sienten de las personas afectados.
La piel sensible e intolerante también produce demasiados radicales libres.
Dos factores principales son responsables de esta disminución del umbral de tolerancia y de la sensibilidad :
El fenómeno de la piel sensible es frecuente, ya que se dice que afecta a un tercio de la población adulta.
Las mujeres (60%) se ven afectadas más a menudo que los hombres (40%). Debido a la familia y a la genética, la piel de algunas personas es más sensible que la de otras, especialmente la piel clara. Pero el color de la piel no determina la sensibilidad. La frecuencia de esta condición generalmente decrece con la edad.
No tomar precauciones contra los factores desencadenantes tradicionales puede hacer que el fenómeno aparezca y empeore. La piel sensible puede o no combinarse con trastornos cutáneos.
Tener una piel sensible no está exento de repercusiones psicológicas, ya que significa que las cosas sencillas de la vida pueden verse alteradas por estas reacciones. También es más complicado tratar los problemas dermatológicos porque los tratamientos locales son generalmente mal tolerados.
Visite a su dermatólogo para que identifique los factores que hacen que su piel reaccione o empeore y le dé el consejo apropiado.
El médico le examinará para descartar la rosácea, el eccema o la dermatitis seborreica como causas de su hipersensibilidad cutánea. Éstas requerirían un tratamiento especial.
Todas las fuentes de agresión:
Usar un número limitado de productos cosméticos calmantes.
Lávese la cara con un producto de limpieza calmante de ultra alta tolerancia, preferiblemente uno que no se enjuague, que no tenga fragancia, que no tenga conservantes y que no tenga surfactantes.
Tenga mucho cuidado al secarse la cara. Dése unas palmaditas en lugar de frotar.
Aplique suavemente un cuidado de ultra alta tolerancia una o dos veces al día (sin fragancia, sin conservantes, sin surfactantes) que ataca las reacciones de la piel.
Una o dos veces por semana, aplique suavemente un cuidado hidratante intenso (mascarilla).
El maquillaje también debe limitarse y elegirse con cuidado.
