Además de los productos esenciales de protección solar, se recomiendan varias otras estrategias, dependiendo de su edad. Cuanto más madura es tu piel, más seca se vuelve y más necesita hidratación y nutrición.
A partir de los 30 años, los productos antiarrugas ayudan a frenar el envejecimiento de la piel facial y mejora la apariencia de arrugas y líneas en la piel. Más adelante en la vida, los productos mejoran visiblemente la firmeza y el volumen de la cara, además de enfocarse en la flacidez facial.
Los productos revitalizantes son más activos por la noche y las personas con piel madura deberían enfocarse en el uso de cuidado nocturno, como lo confirman los nuevos estudios en cronobiología. El cuerpo humano es una máquina maravillosa que se adapta a su entorno. ¡Durante el día, lucha para sobrevivir, y de la noche a la mañana, se recupera y se reconstruye! Lo mismo es cierto para la piel, y el sueño es fundamental para la regeneración de los tejidos.
Cuanto más se cuide su piel, mejor equipado estará para combatir estos tipos de ataques.